domingo, 3 de marzo de 2013

La Verdadera Virginidad.


Dios programó desde la antigüedad pactos por medio de sangre, incluso pactos que eran sangrientos, por ejemplo el becerro que sacrificó el pueblo de Israel cuando estaba cautivo de Egipto tenía que derramar su sangre para poder cubrir con ella las puertas, ver (Éxodo 12:3-7) los sacerdotes que ministraban en el Atrio se manchaban las manos de sangre de los corderos, los bueyes, los terneros que se llevaban al tabernáculo de Moisés para que fueran sacrificados como ofrenda a Dios. Recordemos que la Biblia dice que sin derramamiento de sangre no hay perdón de pecados, ver (Hebreos 9:22) por lo que Dios permitió que existieran pactos por medio de sangre en la humanidad, uno de esos pactos es precisamente el matrimonial que tiene un sello de sangre.
Cuando El Señor vio a Adán que no tenía compañera, dijo: “no es bueno que el hombre estuviera solo”, por lo cual fue formada la pareja de la costilla del hombre. El matrimonio debe ser establecido sobre la base del amor, el respeto y la verdad. La palabra Hebrea “berit” significa alianza o pacto, matrimonio o casamiento; en el Antiguo Testamento quiere decir: pacto, alianza matrimonial que se tenía que sellar con sangre.
¿Por qué Dios creó el himen y por qué en la mujer? El propósito de Dios no fue porque le sobró piel en el cielo, No! fue para hacer un pacto. Algunas mujeres que no conocen al Señor aseguran “la virginidad no es importante”. Pero la realidad es que aún las mujeres que no conocen al Señor como su Salvador pretenden mostrar que son vírgenes, a pesar que en algunas ocasiones se están casando embarazadas y disfrazan su embarazo.
Hoy en día por medio de una pequeña cirugía una mujer puede recobrar “la virginidad” por medio de la restauración de una membrana, pero entonces cabe la pregunta ¿Será que ese pacto es válido delante del Señor?
Si Dios estableció un pacto de sangre, tiene que haber un trasfondo, dejó establecido que no solamente las partes más íntimas de una mujer deben de ser vírgenes.
La Biblia dice que hay otras partes que son íntimas, que también deben ser vírgenes, por ejemplo en el libro del profeta Ezequiel dice “que fornicaron en su juventud estas muchachas en Egipto, y ahí fueron apretados sus pechos y fueron estrujados sus pechos virginales”, ver (Ezequiel 23:1-4, 8) lo cual quiere decir que la virginidad no la determina el himen, puede ser que esas mujeres pudieron haber llegado con su himen intacto a la boda, pero no con sus pechos.
Y luego dice que Ahola no pudo romper el yugo, ella se casó pero tenía un pasado y como tenía un pasado y no fue ministrada volvió a caer, pero ya no en fornicación, sino que en adulterio porque habían atentado contra su virginidad antes, ver (Ezequiel 23:5-8).
La virginidad no debe ser concebida como algo exclusivo para la parte femenina, el hombre también debe de participar de la misma; de la misma manera que la virginidad no habla específicamente de que una membrana llamada himen en la mujer esté intacta, de la misma forma cuando se habla del hombre no existe una forma literal para determinar su virginidad pero cuando se rompe, puede dar lugar a que el alma del varón sea atrapada.
Pero la sociedad nos trasladó la idea de que para el hombre era vergonzoso llegar virgen al matrimonio. Es una situación en la que se ataca, se presiona, se insulta, se empuja hasta que se obtiene lo que se quería.
Después vienen cosas tan impactantes como lo que le sucedió a Tamar, la hija del rey David cuyo hermano Amnón se enamoró perdidamente de ella, pero le parecía imposible hacerle algo, porque ella era virgen, pero cuando la violó, la desechó, porque él andaba en busca de una satisfacción sexual, no buscaba el amor, ver (2Samuel 13:1-20).
¿SERÁ IMPORTANTE LA VIRGINIDAD?
La Biblia dice que el hombre más grande que jamás haya existido sobre la faz de la tierra llamado Jesús, nació de una virgen, pero si comenzamos a investigar el origen de esa virgen llamada María, en su genealogía, aparecen dentro de sus ancestros cuatro mujeres, algunas con antecedentes, una se llamaba Tamar, ver (Génesis 38,MT 1:3) otra se llamaba Ruth, ver (Rut 1:5, Mateo1:5) la viuda, otra se llamaba Rahab, ver (Josué Génesis 24:16 La joven era muy hermosa, virgen, ningún hombre la había conocido (6:17,Mateo1:5) la ramera, tipo de las libertinas y Betsabé que había sido mujer de Urías y de ahí nació el rey que se llamó Salomón.
Entonces había dos viudas, una ramera, una adultera para que viniera la virgen que iba a dar a luz al hombre más grande de toda la humanidad, Dios metió cuatro mujeres que no tenían su virginidad, pero las puso en su genealogía porque Dios quiere enseñarnos a cada uno de nosotros que no depende todo de una membrana sino del corazón del hombre y de la mujer.
Cuando Abraham delegó a su siervo Eleazar para ir a buscar la que sería esposa de Isaac, el siervo fue a traer a Rebeca pero, ¿cuál fue el requisito que pidió Eleazar? Que fuera la doncella a quien le dijere: “Baja tu cántaro, te ruego, para que yo beba, y ella respondiere: Bebe, y también daré de beber a tus camellos”, Eleazar no puso como requisito que fuera virgen, pero cuando se describe las características de Rebeca dice que la doncella era de aspecto muy hermoso, virgen, a la que varón no había conocido, ver (Génesis 24:16). Con este versículo se puede ver que ser virgen no es lo mismo que conocer varón.
Por lo tanto debemos de tomar en cuenta que es necesario que los hijos de Dios tengan su ser integral entregado al Señor, ver (Romanos 12:1-2) pero a pesar de eso, debemos de tomar en cuenta lo siguiente:
La mayoría de las personas en alguna etapa de su vida han tenido problemas, que aunque tengan intacto su aparato reproductivo porque no han conocido sexualmente varón o mujer, no pueden decir que sean vírgenes totalmente, porque en algunos casos han experimentado en si mismos algunas situaciones de orden sexual, como por ejemplo la masturbación.
En este tiempo hay un ataque tan horrible sobre nuestras vidas, mentes, ojos, oídos, en el aspecto sexual de manera que incluso ahora se puede levantar un teléfono y hacer llamadas en donde le comienzan a decir muchas cosas que le están despertando el deseo sexual y esa persona sea hombre o mujer está físicamente sin ningún problema, pero en su mente y en su corazón ya no se puede decir que sean vírgenes porque está siendo alimentado de lo que no produce provecho.
Muchos problemas en cuanto a pornografía, masturbación y la gente piensa “no, yo jamás he tocado a una mujer”, pero sí se ha tocado a sí mismos o bien se dejan influenciar aún en su conducta para ver a otros, por eso Job hizo pacto con sus ojos para no pecar viendo de una manera no grata al Señor a las jóvenes, ver (Job 32:1) El Señor le habló a Samuel y le dijo “el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón”, ver (1 Samuel 16:7)
La verdadera virginidad es aquella que viene de parte de Dios, desde nuestro espíritu, alcanza nuestra alma y repercute en nuestro cuerpo, los jóvenes que todavía se han conservado con un pacto con Dios y se han alejado de toda tentación, sigan adelante, eso será de gran bendición, porque en el momento de su etapa matrimonial no van a tener estorbos en su mente para poder fluir adecuadamente.
La mayoría de los hombres que tienen problemas de impotencia sexual son hombres que en su juventud fueron desenfrenadamente libertinos en el área sexual (nuevo diccionario enciclopédico de medicina general). Para los jóvenes que han venido a Cristo y anteriormente tuvieron una experiencia sexual, hay solución, la esperanza se llama Jesucristo, además de que buscando la llenura del Espíritu Santo, y la Santidad.
Lo grande de este evangelio es que toma a la gente y le dice, “mira, tu tenías este problema, pues vete y no peques más”, ver (Juan 8:11) la ley establecía que las mujeres y los hombres que fornicaban tenían que morir, ver (Deuteronomio 22:13-30) pero cuando llevaron a la mujer que fue encontrada en el lecho de adulterio, se evidenció que a pesar de que la mujer era digna de muerte, sobre todo juicio triunfa la misericordia de Dios.
La Biblia dice “Tres cosas le son ocultas; Aún tampoco sé la cuarta; El rastro del águila en el aire, el rastro de la culebra sobre la peña; El rastro de la nave en medio del mar; Y el rastro del hombre en la doncella”.
Cómo se puede descubrir si con la persona con la que se va a casar alguna vez la tocaron, si la besaron, sólo hay una cosa que puede dar la certeza, la seguridad, es ver el corazón de la persona, si se derrama delante de Dios, que gima delante de Dios suplicando otra oportunidad y si Dios le concede esa oportunidad ¿Por qué no se la vamos a dar nosotros?
Por ejemplo Betsabé mujer conocida por adúltera, la pecadora que traicionó a su esposo Urías y que por quedar embarazada fue muerto su esposo, la madre de Salomón, cuando su propio hijo escribe de ella dice:
“Palabras del rey Lemuel; la profecía con la que le enseñó su madre” y cuando él le empieza a hablar de su mamá la describe diciendo “Mujer virtuosa, ¿quien la hallará?”, ver (Proverbios 31:10) es claro que ella tuvo la oportunidad de cambiar su vida y de rectificar los errores del pasado, Jóvenes y señoritas, busquen con desesperación la voluntad de Dios más que la de ustedes.
CONCLUSION
Existe una trampa, un asecho en contra de las personas vírgenes a tal punto que dice en el libro de Job “Hice pacto con mis ojos, pues como había yo de mirar a una virgen”, el hombre siempre ha tenido el deseo de vírgenes, incluso los sacrificios que se hacían en las religiones paganas era de vírgenes, porque es un ataque, un asecho contra de la virginidad, por eso Pablo dice que es mejor que se casen para no hacer cosas indebidas sin estar casados, ver (1 Corintios 7:9), Dios está interesado en que tanto varón como mujer se conserven puros para Él y para la pareja que Él ha de enviar y no hacer caso a lo que el mundo nos quiera vender acerca de que para que vamos a llegar al matrimonio siendo vírgenes

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